La Bendición de Confiar en Dios

Jeremías 17:7 dice:

"Bendito el hombre que confía en el Señor y pone su confianza en él."

Este versículo es una poderosa declaración sobre el impacto de la fe en nuestra vida. Aquí, Dios nos revela que la verdadera bendición no proviene de nuestras propias fuerzas o recursos, sino de confiar plenamente en Él.

Un Fundamento Sólido en Tiempos de Prueba

En un mundo lleno de incertidumbre, confiar en Dios nos da estabilidad y paz. Quienes ponen su confianza en Él son como árboles plantados junto a corrientes de agua, que nunca dejan de dar fruto (Jeremías 17:8). Su vida está arraigada en la seguridad de que Dios es fiel, y su fe no depende de las circunstancias externas.

Al confiar en Dios, no solo recibimos bendiciones, sino que también nos convertimos en testimonio de Su amor y fidelidad para otros.

Puede ser que te interese: La Terquedad del Pueblo y la Advertencia de Dios

DEVOCIONAL

Plantados en Dios

Todos hemos visto a los arboles dejar caer sus hojas y quedarse inactivos durante el invierno, pero en el desierto de Israel, hay arboles que pueden sobrevivir decadas de intenso calor y sequía. En la superficie, estos árboles parecen secos y sin vida, pero tienen un profundo sistema de raíces que los mantiene durante los tiempos más difíciles. E incluso en tiempos de extrema y constante sequía, estos árboles siguen siendo capaces de dar sombra a las personas, leña para fuego, y en algunos casos, incluso fruta para comer. Dios ha diseñado especialmente estos árboles para sobrevivir durante los tiempos más difíciles.

Arbol Frondoso

Esta es la imagen que el profeta Jeremías usó cuando escribió: "Bendito el hombre que confía en el SEÑOR, y pone su confianza en Él. Será como un árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces hacia la corriente".

¿Estás pasando por un tiempo difícil? ¿Estás en medio de una sequía hoy? Este es el tiempo en el que Dios quiere que desarrolles una confianza profundamente enraizada en El - no solo para que puedas sobrevivir a tu propia circunstancia, sino tambien para que todos los que te rodean sean bendecidos por tu fe.