La Última Cena: El Pan, el Vino y el Amor que Salva

La Última Cena: El Pan, el Vino y el Amor que Salva

En el corazón del cristianismo hay una mesa, una copa y un trozo de pan. La Última Cena no fue simplemente una comida entre amigos, sino una declaración eterna del amor de Dios hacia la humanidad. En esa noche sagrada, Jesús no solo compartió el pan y el vino, también compartió Su vida.

Hoy, te invito a detenerte, abrir tu corazón y dejar que el mensaje de ese momento eterno transforme tu alma.

La ultima Cena: The Chosen. Jesus y sus 12
La 'Ultima Cena: The Chosen

El Pan Vivo que Descendió del Cielo

Jesús había anticipado este momento. En Juan 6:51 dijo:

"Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo."

Este no era un pan común. Era una promesa. Era la señal de un amor que iba más allá de lo humano. Jesús sabía que el sacrificio sería necesario, y se ofreció voluntariamente. El pan representa Su cuerpo, entregado por ti, por mí, por todos.


El Nuevo Pacto en Su Sangre

En esa última cena, Jesús tomó el vino y dijo:

"Esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados."
(Mateo 26:28)

No hay nada más valioso que el perdón. Y ese perdón, que a veces sentimos que no merecemos, fue sellado con sangre. Ya no se trataba de ritos religiosos vacíos. Ahora, se trataba de un Dios que se hacía hombre y moría por nosotros.

Cada vez que partimos el pan y compartimos el vino en Su nombre, recordamos este pacto de amor. No es un símbolo cualquiera: es vida, es redención, es eternidad.

Más que un Ritual: Una Comunión con el Cielo

Pablo nos lo recuerda en 1 Corintios 11:23-26:

"Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan... Y habiendo dado gracias, lo partió y dijo: 'Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí'..."

Cada vez que celebramos la Santa Cena, no estamos recordando a un muerto, sino conectándonos con un Salvador vivo. Estamos proclamando Su muerte, sí, pero también Su resurrección. No es una costumbre, es un encuentro.

El Lavado de los Pies: Humildad, pero no Redención

Esa misma noche, Jesús también lavó los pies de sus discípulos. Fue un acto de humildad y servicio, un ejemplo para nosotros. Pero es importante entender que ese acto no salva.

Fue el pan y el vino, Su cuerpo y sangre, lo que trajo redención.

El lavado fue una lección de cómo debemos amarnos y servirnos, pero la Santa Cena fue la entrega de Su vida para la salvación de nuestras almas.

¿Quieres Encontrarte con Él?

Quizás nunca participaste del pan y del vino. Quizás aún no sentiste ese encuentro profundo con Jesús. Hoy puede ser el comienzo.

No necesitas saberlo todo. Solo necesitas tener hambre de verdad y sed de vida.

Te invito a que dejes tu pedido de oración en los comentarios o haciendo clic aquí para escribirnos personalmente:

👉 Haz clic aquí para dejar tu mensaje o petición de oración

No estás solo. Jesús sigue extendiendo la mesa, sigue partiendo el pan, sigue llamando.

Jesus parte el pan
En Memoria de mí

The Chosen: La última Cena. 5ta Temporada




Publicar un comentario

0 Comentarios